"Solo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas hacia el porvenir" ( Françoise Sagan).
El caso es que iba a titular esta última entrada de una manera más drástica, al estilo del “the end” de las películas (por cierto, cada vez más “to be continued”, sobre todo si la saga es rentable o si, como también está de moda, ya se ha rodado la siguiente para abaratar costes)… Pero “Hasta siempre” es mucho mejor. Y es que nunca hay que decir adiós o, más precisamente, e imitando a mi admirado Mota, no hay que decir adiós “pa siempre”… En consecuencia, si el siempre no se aplica al adiós, se refiere al hola, y de ahí el “hasta siempre”, porque uno se despide pero siempre está preparado para volver a decir "hola" (¿se entiende? no sé si me sigo explicando aceptablemente o he perdido elocuencia con los años).
El caso es que iba a titular esta última entrada de una manera más drástica, al estilo del “the end” de las películas (por cierto, cada vez más “to be continued”, sobre todo si la saga es rentable o si, como también está de moda, ya se ha rodado la siguiente para abaratar costes)… Pero “Hasta siempre” es mucho mejor. Y es que nunca hay que decir adiós o, más precisamente, e imitando a mi admirado Mota, no hay que decir adiós “pa siempre”… En consecuencia, si el siempre no se aplica al adiós, se refiere al hola, y de ahí el “hasta siempre”, porque uno se despide pero siempre está preparado para volver a decir "hola" (¿se entiende? no sé si me sigo explicando aceptablemente o he perdido elocuencia con los años).
Cómo pasa el tiempo. Hace poco celebré mi enésimo
cumpleaños (“n” es la incógnita, recuerden las matemáticas del colegio) rodeado
de casi toda la gente que más quiero. Ese día pasaron y no pasaron muchas
cosas, pero daré cuenta de dos curiosidades: la primera es que, casualmente, el
DOGV “me felicitó” con mi nombramiento definitivo.
No me negarán que representa una notable coincidencia el hecho de salir uno publicado justo el
día de su aniversario de nacimiento. La otra anécdota es que, quizá para
demostrarme a mí mismo que aún soy joven, acepté el desafío de un atlético
muchacho que me vio lanzar en solitario a canasta y me retó a lo que en el argot
llamamos “one on one”, es decir, un
partido uno contra uno a 21 puntos (sumando los triples 2 y las canastas
normales 1). En cuanto me di cuenta ya me ganaba 12-0, y solo echando mano de
todos mis recursos, incluido el orgullo, pude equilibrar la contienda y solo me
ganó 21-19. Me dijo que él tenía 22 años, que había jugado en liga LEB (para
entendernos, la segunda división de la liga nacional de basket), y que yo le
parecía muy bueno PARA LA EDAD QUE
TENÍA. Como dice el gran humorista Leo Harlem, “para qué quieres más”. Y que conste que el chico no tenía maldad
ninguna y, más bien, su comentario fue una especie de halago, pero ya me remató
diciendo: “me he divertido mucho,
¿echamos otro?”. La contestación fue algo así como “Me tengo que ir, pero otro día, si eso, me das la revancha, que no había
calentado bien y me has pillado frío al principio”. Obviamente en ese
segundo partido consecutivo me hubiera ganado mucho más cómodamente, pues yo ahora mismo solo puedo jugar a ese nivel físico durante 15-20 minutos… Hace 10 ó 15
años habría sido muy distinto.
Fue la foto de cabecera de este blog |
Pero pasa el tiempo, y mejor es poder contarlo. Y
como “pasa” pues han pasado 2 años desde aquel 26 de octubre de 2010 en el que
con esta entrada inauguré este blog, llamado primero VAL, y luego NUEVAL (desde el 2 de mayo de 2012, a partir de Tiempo de cambios), teniendo unas 35.000 visitas en la primera etapa y nada menos que 65.000 en la segunda, y eso a pesar de ser mucho más breve. Pero como en la vida hay que renovarse o
morir, e incluso, sin ser tan tajante, no cabe duda de que renovarse como mínimo
es bueno, hoy lo clausuro… 400 entradas, 100.000 visitas y 2 años eran las
cifras a tener en cuenta, las que yo me marqué a mí mismo como “altas”, indicativas
de un cambio de ciclo. Lo cierto es que se han producido casi simultáneamente…
En una vida hay muchas vidas. Eso lo decía mi
abuela, y es verdad. No sé si hasta ahora la entrada invita a pensar que el
autor se siente vetusto, pero nada más lejos de la realidad. Muy contrario, del
mismo modo que “hasta siempre” es bien diferente de “adiós”, clausurar para
renovarse es muy distinto a “despedida y cierre”. Insisto en la idea de cambio de ciclo (y los que me quedan). Por supuesto seguiré escribiendo, hablando, informando, moviendo y
moviéndome en muchos frentes. El principal mi Ayuntamiento, desde luego, como
no puede ser de otra manera, pero empieza una interesante etapa en COSITAL en la que el actual equipo de Gobierno estamos llamados a emprender una
cruzada en defensa de la profesión, más atacada que nunca, y en UDITE,
asociación europea en la que tengo el gran honor de representar a mis
compañeros. También formo parte del Consejo de Redacción de CUNAL, y del Proyecto Network… Y también, como todos pueden intuir, voy a seguir muy
vinculado al desarrollo de la Administración electrónica, especial pero no exclusivamente a través del Observatorio
que dirijo. Hay bastantes cosas más, pero algunas no las puedo decir, y otras
simplemente no quiero. También hay una iniciativa benéfica, de la que por
supuesto daré cuenta en cuanto se concrete. A eso sí que le daré la máxima
difusión, como es lógico, y hasta tendré el atrevimiento de pedir colaboración.
Así que no voy a escribir más aquí, pero seguiré “dando
guerra” en varios frentes. Y por supuesto seguiré escribiendo: libros,
artículos (doctrinales y de opinión), ensayos... Para quien tenga el gusto
(bueno o malo) y la paciencia de querer seguirme, mi cuartel general en la red
será la web Nosoloaytos, una especie de continuación a modo de versión depurada (3.0) de la que hoy concluye. Y desde luego seguiré en twitter, en “La opinión de Víctor” y en “Al día” (respectivamente, mis secciones en Levante EMV y El Consultor), y más esporádicamente en otras, como el blog de espublico, la prensa escrita, o colaboraciones puntuales en otros foros y sitios webs.
Cierro ya, y lo hago con música, una de las protagonistas de este espacio web y de mi vida (cuánto me han ayudado la música
y el deporte en los malos momentos). A veces me agrada dar a conocer temas casi inéditos o bien antiguos éxitos prácticamente olvidados, pero esta vez voy a ser poco original y me voy a limitar a poner mi tema preferido de todos los tiempos. Sé que está muy manido, y que
usted, tú, querido lector o lectora, lo has escuchado mil veces. Pero esta
entrada es muy personal y debo ser fiel a mí mismo, no a la lista de los 40
principales por así decirlo… Se cierra hoy NUEVAL, pero guardamos sus 400 entradas en la gran biblioteca digital de la red pues, según dicen, hay
algún texto que no está del todo mal… Nos vemos en Nosoloaytos.¡¡¡Hasta siempre!!!
P.D.: El futuro.
"El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad" (Víctor Hugo).
No por hablar del pasado o por tenerlo en cuenta
(cosa que personalmente hago) se debe uno anclar en el mismo, ni mucho menos.
Lo más importante es el presente, y en segundo término el futuro. Hay que ser
optimistas de cara al futuro. Vivimos en un mundo decadente, pero con
posibilidades de remontada. Ya han ocurrido cosas maravillosas en el pasado.
Bethoveen, se quedó sordo, y no obstante fue uno de los 2-3 mejores
compositores de todos los tiempos. Me parece sencillamente increíble.
Ilusionantes enigmas, como el del número áureo o la posible reversión de la entropía, siguen siendo un misterio al tiempo que un reto para las
generaciones futuras, mientras que otros, como el bosón de Higgs, ya han sido descifrados casi
por completo. ¿Por qué no esperar lo mejor? ¿Quizá porque el ser humano es
necio? Sin duda es una gran tara que tenemos pero me quedo con las palabras de
Miravitlles en su fantástico
libro “Visado para el futuro”, el cual leí hace nada menos que 25 años, pero
que me marcó profundamente:"¿Qué
quedará de nosotros, de nuestra obra? Yo aconsejaría a aquellos que tienen
hijos que meditaran por un momento en lo que representa su obra, que es una
maravillosa continuidad. Aquellos que no los tienen deben aportar en cualquier
otra forma su grano de arena al fenómeno de la evolución del hombre y del
Universo. Lo único que no ha de estar permitido es cruzarse de brazos y
vegetar. Se pierde así la condición más noble: la condición humana”. El
propio autor decía en su programa de TV, homónimo: “Saber es útil, soñar es necesario, imaginar es imprescindible”.
Normalmente las personas inteligentes dibujan un futuro optimista (véase tambén Asimov). No me siento autorizado para quitarles la razón, ¿y
usted?.
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