martes, 29 de mayo de 2012

Soy vialácteo

Algo debe tener España que levanta pasiones. Muchos afirman o demuestran odiarla. Si España no fuera especial dejaría indiferente, ¿no creen? Soy consciente de que por el mero hecho de que en esta entrada defienda a mi país vuelvo a ser claramente "de derechas", por aplicación de esa asociación de ideas simplísima que practica la gente que tiene necesidad de ubicar políticamente a los demás (según la cual, por ejemplo, no debería haber ganado Hollande en Francia, ya que la mayoría de franceses son patriotas, y por tanto de derechas)... No pasa nada, como la última noticia que tenía de mí mismo es que era de izquierdas, así compenso...

El caso es que España, que la pobrecita no hace nada, recibe numerosos ataques de sus detractores tanto desde fuera como desde dentro:

La prueba irrefutable de que soy de derechas
1) La envidia de los franceses. Es cierto que Francia no tiene el monopolio o la exclusiva de "país que odia a España" (los ingleses nos llaman PIGS a Portugal, Italy, Greece and Spain), pero encabezan la lista del resquemor contra nuestro país. En todo caso Dios nos libre de generalizar, que hay franceses muy majos... El caso es que se acerca Roland Garros y la Eurocopa y, voilà! no pueden evitar la tentación de emitir un especial de los guiñoles (una vez más) en el que Rafa e Iker se dopan. Y por cierto, ya me dirán de qué le sirve doparse a un portero, cuyas mejores cualidades son los reflejos y la colocación, no el desarrollo muscular o la agresividad... Pues muy bien, poco que decir a los gabachos... Solo una cosa: que lo siento... Que Rafa va a ganar, por enésima vez. Que en la Eurocopa, la gane quien la gane, España va a vencer a Francia... Y que probablemente un español (uno nuevo, que sustituya a todos los que han ido quitando de enmedio) va a ser la sorpresa del Tour. Eso sí, en la Olimpiada Francia sacará más medallas que España, ya que son buenos en deportes minoritarios y sobre todo en nacionalizar atletas de las colonias. Pocos franceses tradicionales -bajitos/rechonchos- verán ganar una competición deportiva. ¿Se imaginan a Sarkozy (menuda campaña electoral hizo) machacando el aro o a Napoleón corriendo 100 metros en 10 segundos?

2) Boicot desde dentro. Por distintos motivos, nunca en la Historia había sido tan pitado el himno nacional como en la pasada final de la Copa del Rey, el cual por cierto no estuvo presente... Que no dude nadie de que respeto que una persona decida expresarse gastando aire de sus pulmones en abuchear unas notas que por algún motivo le ofenden. Yo no he pitado en mi vida ningún tema orquestal, debe ser porque me gusta mucho la música. En cuanto a los himnos de otros países, cuando suenan no me apetece ni pitarlos ni tampoco tararearlos. Me dejan indiferente, soy así de raro. En todo caso, insisto, lo respeto. Lo que no es demasiado racional es el paso siguiente, que lo da por ejemplo esa persona que afirmó, delante de mí, que en la pasada final del Mundial de fútbol iba con Holanda. "Pues en Holanda se quedarían alucinados", dije yo... Siempre me he sentido orgulloso de ser de la tierra que soy, pero la exaltación de "lo mío" diríase que en la época presente choca bastante con la explosión muntimedia y la globalización. A mayor abundamiento, quien entienda un poco de astronomía podrá dar cuenta de lo insignificante que es su pueblo en comparación con... cualquier cosa! Para acabar, en este apartado de "boicot desde dentro" no podrían faltar los banqueros, políticos y empresarios causantes de la crisis, que desde luego mucho daño han hecho a España arruinándola, y luego algún que otro sui generis suelto, como Urdangarín, que desprestigiando la Corona no le ha prestado precisamente un buen servicio al Estado...

Y ya para acabar. Una vez, hace bastante tiempo, una persona de Madrid me interpeló:

- ¿Los valencianos sois separatistas verdad? ¿tú te sientes español?
- De hecho me siento valenciano, español, europeo, terrícola, sistemasolarense, vialácteo y universal...
- ...
- Sí. Ahora vas y lo cascas...

ANEXO: Lea el último artículo publicado en La opinión de Víctor

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